Medios, agencias y clientes: más allá del fee

En Pájaro Chato siempre hemos abogado por la transparencia: Consideramos que nuestros clientes merecen tener claro qué hacemos por ellos, qué no podemos hacer y, sobre todo, de qué manera lo hacemos. Ese principio hemos intentado aplicarlo a la relación que establecemos entre medios de comunicación y clientes. Queremos encontrar nuevas formas de trabajo que estén a la altura de las necesidades de las marcas, que respondan a los intereses y hábitos de las personas y que sean responsables con el manejo de presupuestos.

Generalmente se piensa que, en tiempos actuales, las agencias salen sobrando para la gestión de medios. Es más eficiente para un cliente, designar a una persona al interior que se encargue de eso y lleve la relación directa con cada medio proveedor. Es más rápido, más práctico y también más barato porque “así nos ahorramos el fee”. Aunque de ese famoso fee o comisión de medios hablamos después.

Hasta cierto punto, tienen razón: si vemos la manera tradicional de operar medios a través de una agencia, definitivamente salimos sobrando. La clave para Pájaro Chato estuvo en preguntarnos si queríamos seguir trabajando medios como se nos había enseñado. ¿Qué necesita un cliente de nosotros en esa área? ¿Qué no puede darle un medio de manera directa a la marca? ¿Qué le hace falta al equipo interno de medios de una empresa? Sobre todo, ¿qué disfrutamos realmente nosotros de trabajar medios para los clientes? ¿Qué queremos que valore una marca de nuestro proceso?

Las respuestas nos ayudaron a encontrar nuevos rumbos. Definitivamente es más sencillo que un trabajador interno pida el “tabulador” a medios, distribuya su presupuesto asignado y programe su pauta. También es mejor para todos que las negociaciones se lleven abiertamente entre el medio y la empresa, de manera clara y transparente, con todos los términos en la mesa. Y por supuesto que preferimos que los clientes gestionen sus propios presupuestos, paguen directamente y tengan control de sus conciliaciones.

¿Y qué podemos aportar nosotros? Lo que realmente disfrutamos: El pensamiento, la orientación y el acompañamiento para encontrar, como equipo de marca, mejores maneras de comunicarnos con las personas. Ese pensamiento que complementa a los equipos internos de un cliente, que los fortalece y los hace sentir apoyados. Ese pensamiento que ayuda a discernir dónde es mejor colocar un mensaje y en qué momento, o qué medio es más efectivo para cumplir con cierto objetivo. Ese pensamiento que nos ayuda no sólo a elegir lo mejor entre las propuestas de un medio, si no a pedirles cosas distintas que tal vez no habíamos imaginado.

Justo eso, hemos descubierto, es lo que puede hacer falta en las distintas relaciones actuales entre agencias, clientes y medios: Una visión táctica y estratégica que conecte las metas de la marca y los matices de su comunicación o publicidad, con la ejecución de un plan de medios. Esa visión que es resultado, ahora sí, de años de negociaciones, propuestas, planes, reportes, testigos y conciliaciones, aunque alguien más haga ahora todo eso. Una visión que no cabe para nada en un fee, bajo ningún porcentaje.

Por eso desde que iniciamos este proyecto, elegimos no cobrar el fee o la comisión de medios.  Esa porción del presupuesto de las marcas que se quedaban las agencias, generalmente se interpretaba como una ganancia por la venta, cuando en realidad seguía siendo un pago por los servicios, las horas de trabajo y la experiencia de los equipos. Ese fee tan mal visto, que se prestaba a malos entendidos, a asumir negociaciones secretas y a una inconformidad de todas las partes involucradas.

Nosotros nunca quisimos ganar por un fee o vender más medios para tener comisiones más grandes. Nosotros queremos que se valore y aprecie correctamente la mente y el pensamiento de nuestros especialistas en medios: que se confíe en su experiencia, que se quiera trabajar en conjunto con ellos y que se atienda su punto de vista. Ese trabajo es importante, vital incluso, para el desempeño y desarrollo de una marca; ese es nuestro valor y, por lo tanto, lo que presupuestamos.

Ya sea dentro de una iguala o un proyecto específico, incluimos horas de pensamiento estratégico aplicado a medios cuando es necesario. Ese tiempo se dedicará a trabajar en interconexión con todo el equipo de marca, a comprender las metas de cada cliente, a desarrollar las rutas ideales para llegar a cada persona y proponer la mejor distribución de medios, según nuestra experiencia. También, si es necesario, se incluirá el tiempo que requiere el acompañamiento en una negociación directa con los medios, donde el cliente esté presente y sepa exactamente qué pagará y recibirá; así como la asesoría en la gestión necesaria de la pauta, reportes, seguimiento y pagos, que ya no se harán a través de nosotros.

De esta manera, hemos visto, nosotros hacemos lo que realmente nos distingue y le revaloramos la figura de un jugador clave de la estrategia de marca: el especialista en medios. Al mismo tiempo, damos tranquilidad al cliente sobre el uso responsable de sus presupuestos, ya que tiene el control de la negociación y administración, así como la certeza de estarle pagando a su agencia lo justo por su experiencia y acompañamiento.

Con el fee fuera de nuestros presupuestos, hemos podido aliarnos entre clientes, agencia y medios, para establecer relaciones más satisfactorias, con proyectos retadores, con el deseo en conjunto de innovar y dar nuevos significados a nuestro trabajo. Una alianza que nos favorece a todos y busca nuevas maneras para que las marcas se comuniquen con las personas.

 

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Todo sobre las marcas
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No hay duda de que un logo puede hacer una gran diferencia. Y es que convierte la comunicación de una marca y la refleja desde el primer vistazo; si se juegan bien las cartas, incluso puede ser capaz de crear experiencias memorables. Un logo que logra aportar al branding de una marca y además funciona para posicionarla, es definitivamente un elemento ganador. Pero para llegar a esto se tiene que vivir el proceso natural por el que pasa también un elemento gráfico como lo es un logo: reflejarse en el tiempo y tener la capacidad de adaptarse.

Lo hemos visto en muchas ocasiones: los logos de las marcas que adoramos o que están presentes en nuestra cultura también han pasado por épocas de transición. Todo con la finalidad de que su discurso continúe vigente mientras se aplica a su comunicación en todas sus posibilidades. Incluso, muchos de los logos que conocimos en nuestra infancia tampoco fueron su forma inicial. En muchas ocasiones, el logo original poco tiene que ver con el cómo evoluciona, pero lo importante es la habilidad de una marca para posicionarse en su presente, conservar su esencia, y transmitir una identidad.

Un ejemplo claro de esto es el logo de KIA:

Podemos observar que el logo pasó por tres etapas distintas que no se parecen en nada al que conocemos hoy en día. De su primera versión a la segunda cambiaron un logo con demasiados detalles que podían perder de vista el nombre, a una versión totalmente diferente donde era imposible hacerse una idea sobre el giro de la empresa ni su nombre. Para su siguiente forma, comienza a vislumbrarse el nombre “KIA” pero aún es difuso el mensaje. Finalmente, en 1994 aciertan con una primera versión memorable y el color rojo que hasta la fecha es parte de su sello: a partir de ese momento guiarán los siguientes dos bajo una base fuerte que permite identificar la marca, sin importar los cambios, y encontrar una transición en la evolución de una forma a otra.

Otro caso a observar puede ser el logo de BBVA: 

Originalmente aparecen las “BB” que serán parte de su logo hasta la actualidad. Pero del nombre completo “Banco de Bilbao” bastaron sólo dos versiones más para que comenzaran a simplificarlo. Primero, con las iniciales “BBV” en una tonalidad de azul similar a la que conserva la versión actual, pese a que aún está el nombre “Banco Bilbao Vizcaya” debajo. Finalmente, en 2000 pasan a ser sólo BBVA, y para el 2018 hubo una ligera actualización de la tipografía, donde las líneas se vuelven más limpias y la tipografía ya se asemeja más a una mera figura.

Toda marca necesita reinventarse de vez en cuando. Ejemplos como estos dos hay muchos: los logos de Nike, Coca Cola, BMW, Dunkin Donuts, incluso McDonalds: la forma en que se habla a una audiencia cambia a medida que la audiencia también crece, se transforma, y con ella los tiempos y contexto que viven. La evolución de un logo es, finalmente, parte orgánica de su proceso como ser vivo, en este caso una marca que sobrevive al paso del tiempo, se reinventa, y debe aprender nuevos lenguajes y perspectivas desde donde hablarle a las personas.

Noemi Guardado
Jul 10, 2024
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Entre agencias y marcas
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Elegir quién se hará cargo de las redes sociales de una marca implica pensar en diferentes aspectos. La realidad es que a cada quien le acomodan y funcionan estrategias y escenarios distintos, entonces no consideramos acertado decir si es mejor que una marca se haga cargo de su comunicación en redes sociales o que lo haga una agencia de publicidad o marketing. Lo que sí es que podemos compartir nuestra experiencia respecto a esta situación, y por qué elegimos hacerlo de esa manera.

En primer lugar, por eficiencia, en Pájaro Chato consideramos que aporta mucho valor el que una marca sea quien lleve sus redes sociales, ya que en estos casos lo más común es que la marca cuente con un equipo preparado con habilidades y la sensibilidad necesarias para resolver de manera comercial y ser más asertivos con sus ventas, además de tener la información necesaria para conocer su target. Es decir, estas interacciones suelen conllevar a una compra final y no nada más a resolver dudas y brindar información.

Esto hace sentido porque una persona que sólo se encarga de resolver dudas, como lo puede ser un administrador de redes sociales, puede brindar la información necesaria pero probablemente no cuente con la sagacidad de alguien que forma parte de la marca, que la conoce desde adentro, y que tiene el conocimiento y experiencia para encaminar cualquier interacción con clientes para que se concrete en una venta.

Por otro lado, la interacción directa con consumidores permite a la marca tener un insight muy confiable y de primera mano respecto a cómo las personas se comportan con su marca y productos, así como sus preferencias, y evidentemente, esto también puede permitir detectar problemas y oportunidades de comunicación de manera más directa.

Además, en estos casos las decisiones se procesan rápido de forma interna, objetivos de comunicación, interacción con consumidores, etc, lo cual hace que los tiempos de respuesta en atención a cliente sean más eficientes y rápidos, en cuanto a manejo de información.

Otro aspecto importante, que también está relacionado con los puntos anteriores, es la humanización de las personas detrás de un simple cliente potencial. Esto es un factor clave porque, desde nuestra perspectiva, el punto central de todo es comunicar para las personas y siempre tenerlas en cuenta.

Desde nuestra perspectiva, consideramos que uno de nuestros distintivos es que no dirigimos nuestro trabajo a la atención a clientes de una marca, sino que apoyamos en cómo dirigir su comunicación y ayudarles a implementar desde sus redes sociales, por ejemplo, para que sean ellas quienes vivan de primera mano todo el proceso y puedan intervenir de forma eficaz, rápida y eficiente a necesidades del día a día, como hacer activaciones o promociones, pero también tener comunicación directa con las personas, sus dudas y necesidades.

Y nunca olvidemos un aspecto imprescindible que debemos tener en mente siempre: entre mejor conozca a su audiencia una marca, y mejor comprenda cómo satisfacer sus necesidades, y entre más busque crear una comunicación cercana con las personas detrás de cada compra, tendrá más oportunidades de crear un engagement orgánico y genuino, que sólo a través de una cercanía genuina se puede lograr: pensar en las personas, siempre, tiene sus recompensas.

Noemi Guardado
Jun 04, 2024
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Observatorio
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El tema de la Inteligencia Artificial ha dado mucho que hablar en diversos aspectos, y en el caso de la publicidad no es la excepción.Mientras que muchas posturas firman que es una excelente oportunidad para lograr resultados increíbles en el menor tiempo posible, existen también quienes opinan que puede convertirse en una especie de amenaza, lo cual se puede reflejar directamente en menos trabajo para las personas, y con ello un inevitable desplazo del empleo humano. Entonces ¿significa que la IA representa un problema para quienes desempeñan su labor desde lo creativo? En Pájaro Chato consideramos que no.

La utilidad de la Inteligencia Artificial es ineludible: desde eficientar procesos hasta enriquecerlos, se vuelve un elemento clave para exponenciar todas las posibilidades del trabajo publicitario, incluída la parte creativa. Sin embargo, consideramos que esto no suple en absoluto el talento humano, así como la sensibilidad que va de la mano con esto.

Como siempre hemos afirmado, trabajamos con personas, y por eso mismo es indispensable tener en cuenta que un software, por más complejo y avanzado que sea, no podrá suplir la humanidad que hay detrás de un corazón y de una mente que piensa, razona, se inspira, contempla, y llega a increíbles ideas gracias a la imaginación. Todo lo contrario: es la intuición humana, así como la experiencia, las que nutren toda labor, y en publicidad esto es clave. Para llegar a las personas y conectar con la esencia detrás de una marca, necesitamos partir desde el mismo núcleo: personas de carne y hueso que imaginan y que conectan con otras.

Sin embargo, esto no significa que la Inteligencia Artificial no represente una gran ventaja en muchos ámbitos. En publicidad, por ejemplo, consideramos que hay un océano de posibilidades para hacerla nuestra aliada. Gracias a muchos programas, por ejemplo, podemos reducir y optimizar tiempos de trabajo, procesos, facilitar análisis de mercado, expandir procesos creativos, inspirarnos, mejorar la conectividad en equipos de trabajo, e incluso re-imaginar la manera en que podemos pensar la comunicación de las marcas. Desde ese aspecto, trabajar con la IA se convierte en una gran oportunidad para que la labor de las personas rinda mejores frutos: usar como punto de encuentro a la tecnología, para que el corazón y la imaginación humanos se vean beneficiados por ésta. ¿Por qué cerrarnos a las posibilidades, cuando todo lo contrario, estamos en búsqueda de siempre ampliar
nuestros horizontes?

Consideramos que la pregunta no es si la Inteligencia Artificial vino para amenazarnos o ayudarnos, sino cómo desde nuestros procesos podemos hacer de ésta un verdadero punto de inflexión para revolucionar lo que hacemos y dar un giro de tuerca a nuestro trabajo. Si podemos verlo desde esa perspectiva, nos daremos cuenta que aún hay mucho por descubrir, y que basta encontrar los incentivos y apoyos adecuados para dirigir nuestros esfuerzos a nuevos caminos, re-pensar la tecnología con la intención de seguir revolucionando los alcances de la creatividad y su uso en pos de las marcas, así como las personas detrás de ellas y a quienes va dirigida su comunicación.

Noemi Guardado
Abr 23, 2024
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